Rosana Galanzino es la primera presidente de la cooperativa "La Selecta" de La Paquita, provincia de Córdoba. Pertenece a la quinta generación de productores. Con Juventud, profesionalismo y mucha pasión impulsa la inserción de la mujer en el ámbito cooperativo. Galería de fotos y video
Luego de recibirse de Contadora, en 2011, junto a su hermana convencieron a su padre de no abandonar la actividad que con tanto empeño ligó a su familia. La convicción y firmeza para continuar este legado familiar la convirtieron rápidamente en una referente de la empresa tambera y de su cooperativa.
Con 28 años, Rosana Galanzino se transformó en la primera mujer en ser presidente de la “Cooperativa de Tamberos Ltda. La Selecta” y pionera en el ámbito cooperativo de SanCor.
Su tatarabuelo, Luis Galanzino, fue uno de los fundadores de la cooperativa "La Flor". Su bisabuelo Agustín, su abuelo Nilvo, su padre Daniel y sus tíos Raúl y Rubén participaron activamente en el Consejo de la Cooperativa "La Selecta".
La elección como presidente
En el marco de la celebración por el 75° aniversario de la Cooperativa, fue propuesta por el Consejo para ocupar la presidencia. “Esto significa un honor y un privilegio, tomar la posta como mujer”, reflexiona.
Admite que se sintió acompañada en todo momento por el Consejo y que introdujo algunos cambios que contribuyeron a ordenar y organizar la participación de los 23 socios.
“Pusimos horarios para las reuniones, establecimos un Orden del Día para llevar la agenda de temas y leer antes de cada reunión el Acta anterior para poder detectar cualquier error”, confiesa.
Para Rosana “lo importante es tener objetivos claros, aunque sean pocos”. Se reúnen periódicamente y los temas los dividen en tres comisiones. Se apoya en todo momento en el quipo de trabajo y los consejeros para tomar decisiones más acertadas.
La cooperativa brinda servicios de transporte de leche, permeado, picado, segado, labranzas, fumigación y estercolera de sólidos y líquidos. Cuenta con 15 empleados.
Su rol en la empresa tambera
Su ingreso al tambo se dio hace tres años cuando junto a su hermana Andrea de 26 años, convencieron a su padre Daniel de seguir tomando las riendas del establecimiento “El Candil” luego de la disolución de una sociedad familiar.
Tanto ella (Contadora) como Andrea (Profesora de educación física) habían culminado sus estudios y comenzaban a trabajar de su profesión. Al contrario de lo que ocurre muchas veces en otras explotaciones, cuando los hijos no dan continuidad a la empresa agropecuaria, ellas insistieron en que había que continuar lo iniciado hace más de 70 años por sus antecesores.
Su rol es básicamente administrativo y de gestión. Lleva registros sobre el control del rodeo, la compra de insumos y la evaluación de los costos generales. Su mamá, Nancy, y Andrea, colaboran en el apoyo a la administración mientras que su padre tiene a cargo la coordinación general.
La producción
Gestionan dos tambos en 250 hectáreas propias y 250 más alquiladas. Cuentan con 500 vacas en ordeñe que producen, en promedio, 8 mil litros diarios.
Además de la continuidad generacional, el tambo se destaca también por ser una importante fuente de empleo ya que ocho familias dependen directamente de las actividades.
La participación de la mujer
Sin prejuicios ni tabúes, admite que nunca tuvo inconvenientes en el trato con hombres, quienes predominan en la actividad lechera.
Reconoce la evolución en la participación que tuvieron las mujeres en puestos de decisión tanto en lo público como en lo privado, y que con el tiempo eso se irá incrementando. Cita el ejemplo de la intendente de La Paquita, quien también es la primera mujer de la localidad en ser elegida para ese puesto.
Manifiesta que “las mujeres deben animarse, participar, dejar de lado todos los preconceptos. Ese es el primer paso”, afirma. Además, comenta que “es necesario contar con referentes, que se puedan exhibir para reconocer su aporte a la empresa”.
También valora la participación de los jóvenes “ya que pueden aportar mucho. Una mente más abierta, nuevas relaciones y modalidades de trabajo”.
Al final deja un mensaje de aliento e inspiración para las mujeres: “ojalá mi designación ayude a otras mujeres a animarse y participar en cualquier ámbito”.