El uso, optimización y control de la energía, contribuye a la reducción de los efectos del cambio climático y, al mismo tiempo, a la mejora de nuestros costos operativos.
La mejora del desempeño energético de las plantas industriales implica el análisis de la evolución de los consumos, la determinación de estándares óptimos, la medición y controles mensuales, la aplicación de acciones correctivas ante desvíos y un plan de acciones preventivas y de mejora continua.